La Noche de Muertos en Michoacán, es también “La Fiesta de las Ánimas”

30 de Octubre de 2022 en |Destinos

 

Como es usual, todo comienza los días previos al 1° y 2 de noviembre. Los panteones y casas se pintan del color de la flor de cempasúchil, se inundan de pan, veladoras, incienso, calaveritas, papeles de colores y comida para tener todo listo para su llegada....

Con Texto Redacción/ Fotos: cortesía Secretaría de Turismo Michoacán


Si hay un estado de la república en donde la tradición del Día de Muertos se viva con verdadero fervor, ese es Michoacán. De hecho, hay quien considera que en estas tierras Purépechas se lleva a cabo una de las más extraordinarias y auténticas expresiones de esta mágica celebración, no obstante tal aseveración podría ser objeto de largos debates, lo cierto es que es en estas tierras donde se expresa y materializa el Día de Muertos de una forma diferente.


Al ser esta tierra cuna de extraordinarias tradiciones, paisajes y manifestaciones culturales, no resulta extraño que el Dia de Muertos sea una fecha absolutamente emblemática y esperada por todos los pobladores del estado, especialmente por aquellos que forman parte de las comunidades indígenas, para quienes esta fecha tiene una especial relevancia.


Para las comunidades purépechas estos días son conocidos como: animeecheri kúinchekua, o “Fiesta de las Ánimas” un ritual que reviste una gran importancia en tanto se trata del regreso al hogar de los que ya se fueron, y por lo tanto, cada elemento, cada flor, y cada actividad cumplen una función importante, debido a lo cual, cada una de las normas debe ser seguida al pie de la letra.


Una celebración a la vida

Como es usual, todo comienza los días previos al 1° y 2 de noviembre. Los panteones y casas se pintan del color de la flor de cempasúchil, se inundan de pan, veladoras, incienso, calaveritas, papeles de colores, fruta y comida para tener todo listo para su llegada.


Las familias montan majestuosos altares tanto en sus hogares como en las tumbas de los cementerios, (hay quienes piensan que acompañar a su familiar directamente en este lugar es aún más simbólico), se purifican los espacios, se organiza la ofrenda, se reza, y más que una celebración a la muerte, aquello se convierte en una verdadera fiesta de la vida.


Noche-de-Muertos-Michoacan
Noche-de-Muertos-Michoacan
Noche-de-Muertos-Michoacan
Noche-de-Muertos-Michoacan
Noche-de-Muertos-Michoacan
Noche-de-Muertos-Michoacan

Pero también se percibe un profundo sentido comunitario y orden ceremonial; es la ocasión perfecta para preparar y compartir, de modo que todo aquello se desborda de comida de fiesta: tamales, pozole, atole, chocolate y pan.


Y aunque existen muchas similitudes, importante es señalar que esta fiesta no es la misma en cada comunidad, pues en cada pueblo, en cada barrio y cada región existen sus particularidades y su forma de llevar a cabo el rito; de tal suerte que se pueden conocer tantas variantes como comunidades purépechas existen, aunque sin duda las expresiones más conocidas y famosas son aquellas provenientes de las comunidades asentadas en las orillas del lago de Pátzcuaro y las islas del interior.


Contrario a lo que muchas personas piensan, los purépechas no celebran a la muerte, sino” la otra vida” aquella que continúa en otro plano. Se celebra la oportunidad de poder coincidir aquellos que nos quedamos en este plano con los que han partido y por ello las familias se reúnen a comer, a compartir.


Todo lo anterior viene de la creencia purépecha de que cuando alguien muere, su cuerpo se sepulta, pero su alma sigue viviendo y se reunirá con sus seres queridos en otro momento; son precisamente esos días, el 31 de octubre,1 y 2 de noviembre, ese tiempo que según la tradición, las ánimas reciben permiso para regresar y convivir con sus familiares.


Es por eso también que en las ofrendas, los familiares depositan todo tipo de herramientas, juguetes, comida, velas, ropa o cigarros, pues las ánimas echan mano de ellos durante su camino de regreso al uarhicho (el cielo purépecha).


El rito

De acuerdo con la tradición, durante los Días de Muertos en cada casa se prepara comida, el altar y se recibe a las visitas, (usualmente familiares y amigos) que se reúnen para esperar juntos la llegada de las ánimas a partir de la noche del 31 de octubre, día en que según la creencia popular regresan los ángeles, es decir, las ánimas de las niñas y niños muertos, aunque también se considera ángeles, a quienes fallecieron sin haber contraído matrimonio.


A la media noche del día 1° de noviembre, dejan de llegar los niños y es el turno de las ánimas de los mayores, a ellos se les espera hasta la medianoche del día dos. Lo mismo ocurre en los panteones; es por ello que las lápidas son adornadas cuidadosamente colocando los mismos elementos que se encuentran en una ofrenda, fruta, pan, veladoras y papeles multicolores que inundan el camposanto de un inusual colorido que resulta francamente sorprendente.


Todo lo anterior con la única finalidad de “velar” el alma. Es este el momento en que se entra en convivencia con ellos y es la razón por la que se come, se bebe e incluso se lleva música a los cementerios como una forma de celebrar el “esperado reencuentro” que por lo general suele durar toda la noche.


La ofrenda

Como ya es sabido, prácticamente esta tradición gira alrededor de los altares de muertos, mejor conocidos como ofrendas. Estos altares son espacios que destacan por su vibrante colorido y están adornados por elementos culturalmente muy significativos como es el caso de la flor de Tiringuini, (cempasúchil en náhuatl) o flor de muerto, una flor que se asocia a lo sagrado debido a su coor y su forma que a la vez es símbolo de fiesta, vida y alegría. Vivifica y purifica, dispone un ambiente limpio para el encuentro con el ánima y con lo sagrado.


Otro elemento que no puede faltar es sin duda el Pan de Muerto, el cual aunque se elabora con la misma harina de pan para otras fiestas, posee otro sentido, asemeja los huesos de un cuerpo humano y se deja en el altar con la finalidad de que las ánimas puedan llegar a comer y descansar antes del regreso


Otros elementos que son muy usuales en una ofrenda purépecha son sin duda las veladoras para alumbrar el canino de los muertos, las cruces floreadas, el copal, frutas, calabaza, plátanos, naranjas, nísperos, cañas,) objetos personales, imágenes religiosas, agua, sal, herramientas o juguetes, ropa y fotografías.


Las mariposas de la leyenda

De acuerdo con la creencia Prurépecha, cada año las almas de los que se adelantaron regresan en forma de pequeñas mariposas durante los últimos días de octubre, inundando con sus vibrantes colores todas las comunidades. Lo verdaderamente curioso de este mito, es que justo estas fiestas coinciden con la llegada de las Mariposas Monarcas a tierras michoacanas.

Noche-de-Muertos-Michoacan
Noche-de-Muertos-Michoacan
Noche-de-Muertos-Michoacan