Zacatecas: la solitaria romántica

23 de Julio de 2023 en | Destinos


Texto: Edgar Rogelio Reyes/Fotos: cortesía Zacatecas Travel


Son poco más de las 10 de la noche y el movimiento en las calles comienza a bajar de intensidad; aún hay gente en los cafés, y en los restaurantes se pueden escuchar las voces poco más aletargadas de los comensales que han llegado a la hora del café. Esta no es la clase de ciudad que nunca duerme, es más bien, una de esas pequeñas urbes que podrías calificar como serenas, de esas que huyen a toda costa a la agitación que secuestra inevitablemente a las grandes capitales.


Tranquila, acogedora, siempre volcada a sí misma, así es Zacatecas. La romántica, la nostálgica, la que no tiene que echar mano de los edificios monumentales ni de las grandes avenidas, menos aún de la agitación y el bullicio para cautivar a los visitantes. Y es que su encanto radica precisamente en su sencillez, en su tranquilidad, en esos hermosos callejones que conforme llega la noche se van tiñendo de un romántico color ocre.


Hoy quiero dedicar este texto a mis recuerdos más lúcidos, a aquellos que a pesar del tiempo se mantienen inamovibles y que me hacen recordar a Zacatecas como una de las ciudades más hermosas de todo México; a esas memorias que me hacen reinterpretar a la perfección la música de banda que acompaña a los turistas en una de sus famosas callejoneadas.

Este es quizá un texto que atiende a la nostalgia, a esos buenos momentos en los que Zacatecas se volvió escenario de viajes recurrentes y en los que su belleza y majestuosidad de ciudad virreinal siempre estuvo presente. Está dedicado a esa Zacatecas de los festivales internacionales en donde sus calles literalmente eran tomadas por un ejército de visitantes nacionales y extranjeros, en donde encontrar un espacio para disfrutar de los espectáculos callejeros era una labor imposible, a esa ciudad de la música, de la cultura, de los museos y la fraternidad.


Pero también a esa otra Zacatecas, a la nostálgica y acogedora, a la de la imponente catedral y la del teleférico, la del Cerro de la Bufa que se ufana de haber sido el escenario de una de las más grandes e interesantes batallas (desde el punto de vista militar) de la Revolución Mexicana, a la del Teatro Fernando Calderón que junto con el resto de su Centro Histórico han convertido a esta urbe en Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1993.


Y es que quien quiera que haya caminado alguna vez el corazón de Zacatecas, sabrá que es prácticamente imposible no enamorare de su arquitectura, de su catedral y de esa atmósfera romántica que emana de tiempos pasados, de sus siglos de historia y de su interminable legado cultural.


Esta es quizá una larga consecución de recuerdos, de buenos y placenteros recuerdos que mantienen viva la añoranza por regresar a una ciudad espectacular, una ciudad que infortunadamente aún pocos conocen, y que, por desgracia, la promoción turística ha prácticamente abandonado.


Pero, qué debo visitar

Al llegar a Zacatecas quizá el principal problema es decidir por donde comenzar, y la mejore recomendación es hacerlo precisamente como ya lo he mencionado por su centro histórico, y particularmente por la catedral.


Construida durante el siglo XVIII, este templo es una belleza en si misma, no solo por su monumentalidad sino por la complejidad de su ornamentación exterior, la cual contrasta en demasía con el austero estilo neoclásico de su interior. Edificado en cantera rosa, esta catedral esta dedicada a la Virgen de la Asunción, y desde luego, es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad por ser uno de los más destacados ejemplos del arte barroco mexicano. Su retablo central está cubierto de hoja de oro de 24k y fue realizado por el escultor Javier Marín.


Zacatecas-la-Solitaria
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El siguiente punto del recorrido no puede ser otro que el Teatro Fernando Calderón, una de las locaciones más reconocidas de toda la ciudad por su magnífica arquitectura. Su primera edificación data del año 1832, aunque el edificio que hoy conocemos fue inaugurado en mayo de 1897. El Teatro Calderón fue levantado con la intención de contar con un recinto que albergara los mejores eventos culturales de la época.


A primera vista destaca su estilo neorenancentista, el cual evoca a la arquitectura italiana o francesa, tanto en la decoración como en su construcción tipo herradura, una arquitectura que en definitiva cautiva por su elegancia y cuidado en los detalles.


Continuando en este listado de lugares imperdibles de la ciudad, otro rincón que no debes perderte de conocer el Hotel Quinta Real, aunque no solamente por el hotel en si mismo, sino por la antigua plaza de toros que forma parte del conjunto. Sí, una plaza de toros, de hecho, una plaza de toros construida en 1866 y cuya belleza actual ya convertida en hotel es francamente destacable, especialmente de noche. Un espacio que por otro lado resulta espectacular para llevar a cabo todo tipo de eventos, desde bodas hasta el cierre de una callejoneada.


Esta plaza tuvo actividad hasta 1975 y a partir de entonces, comenzó la construcción del hotel, convirtiéndose en uno de los ejercicios de recuperación mejor logrados al convertir un lugar cuyo destino era el abandono, en uno de los lugares más visitados y admirado de toda la ciudad.


Seguir en este recorrido sin mencionar la Mina del Eden sería una omisión fatal, de modo que podemos considerar este como la siguiente parada. Se trata nada más ni nada menos que de una autentica y antigua mina que durante siglos estuvo en operación y que hoy se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de Zacatecas. Su historia se remonta hasta el año de 1546 cuando comenzó a ser explotada y su época de mayor auge fue durante los siglos XVII y XVIII cuando de aquí se extrajeron enormes cantidades de oro y plata.


Debido a las constantes inundaciones en sus túneles y la cercanía con la ciudad se decidió cerrarla en el año de 1960 y posteriormente habilitada para el turismo, aunque no fue sino hasta 1975 que comenzó a ofrecer recorridos turísticos en forma, siendo su última remodelación en 2005, año e el que se incluyó un museo que hace referencia a toda la historia del lugar.


Una ciudad de museos

Aunque en un primer momento resulte un tanto desconocido, Zacatecas se caracteriza por albergar un buen número de museos de gran nivel y aunque sería imposible mencionarlos todos a detalle, si te podemos mencionar algunos que definitivamente debes considerar en tu recorrido, tal es el caso de los museos Rafael Coronel, el Museo Virreinal de Guadalupe y el Museo Pedro Coronel, en el caso de este último quizá el más impresionante, no solo por el lugar que se eligió para albergarlo, que es ni más ni menos que el antiguo colegio jesuita de San Luis Gonzaga, un impresionante edifico del siglo XVIII, que dio cobijo a la orden jesuita hasta su expulsión del país en 1776 y hoy es casa de una de las colecciones de arte más importantes del país, con piezas prehispánicas, de arte griego y romano, así como obras de Picasso, Goya, Miró y Kandinsky.


Pero aún hay mucho más, y e que Zacetecas tien en verdad una amplia oferta turística, de modo que no podemos dejar de mencionar el famoso Cerro de La Bufa, un sitio, que junto con el teleférico es una parada obligada en Zacatecas no solo por su enorme importancia histórica sino por su belleza en si misma.


Aquí podrás disfrutar de algunas de las más espectaculares vistas de la ciudad, visitar el Santuario de la Virgen del Patrocinio que data de año 1728, el Mausoleo de los Hombres Ilustres, el Museo de la Toma de Zacatecas, el Observatorio Meteorológico, así como la Plaza de la Revolución.


Una vez hayas finalizado tu recorrido seguramente querrás terminar con broche de oro y que mejor hacerlo que conociendo el teleférico; un paseo turístico que mítico inaugurado en el año de 1979 y que ningún visitante a la ciudad puede perderse. Este teleférico tiene el honor de poder ser considerado como el primero de México, tiene una extensión 650 metros y cruza la ciudad en aproximadamente 7 minutos de lado a lado.


En el año 2016 fue sometido a un largo proceso de remodelación que se extendió hasta el 2018, año en el que fue oficialmente reinaugurado. Actualmente cuenta con un total de 7 cabinas, una de ellas con piso de cristal y sin duda el recorrido puede ser considerado uno de los más atractivos que existen dada la belleza misa de la ciudad.


Sin duda la lista es mucho más larga y por ello no queremos dejar de mencionar, el Museo Arqueológico de La Quemada, el Tempo de nuestra Señora de Fátima o la famosa Cantina Las Quince Letras, o la experiencia que supone disfrutar de una auténtica callejoneada zacatecana.


Lo cierto es que, independientemente de todos sus atractivos, el mayor encanto de Zacatecas estará siempre en su personalidad, en su atmósfera, en ese aire nostálgico de ciudad romántica que cautiva los sentidos y que provoca invariablemente que, de cuando en cuando, tus pensamientos se escapen para recorrer nuevamente esos enigmáticos callejones.


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