La cuarentena que deteriora la industria aérea

27 Mayo de 2020 | Noticias

 

Fotos: Cortesía Air Canada y Archivo Confines

 


La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), en un análisis sobre el impacto al transporte aéreo por la pandemia de COVID-19, aseguró que el sector seguirá afectado a mediano plazo; los viajes internacionales y de larga distancia serán los más perjudicados. Pero más aún las medidas de cuarentena en destinos contribuirán a deteriorar la confianza en los viajes aéreos.


“Un fuerte estímulo de los gobiernos, junto a inyecciones de liquidez de los bancos centrales, impulsará la recuperación económica una vez que la pandemia esté controlada. Pero restablecer la confianza de los pasajeros llevará más tiempo. Incluso en el mejor de los casos, es probable que los viajeros, tanto de viajes de ocio como de empresas, reduzcan los gastos y eviten desplazamientos largos”, dijo Alexandre de Juniac, Director General y CEO de IATA. Con base en su opinión, la reanudación del sector exige la aplicación de medidas de bioseguridad armonizadas a nivel global basadas en un enfoque multidisciplinario.


Esta asociación, representante de aproximadamente 290 líneas aéreas, que constituyen el 82% del tráfico aéreo global, y la revista internacional Tourism Economics, consideraron dos escenarios hipotéticos para los viajes aéreos:


El primero de ellos contempla la apertura de los mercados domésticos en el tercer trimestre del 2020 y una apertura gradual mucho más lenta de los mercados internacionales. En este contexto, la recuperación de los viajes aéreos se vería limitada, a pesar de que la mayoría de los pronósticos apuntan hacia un fuerte repunte económico a finales de año y durante 2021.


En 2021 se espera que la demanda mundial de pasajeros —medida en pasajeros por kilómetro transportados (RPK por sus siglas en inglés)— sea un 24% inferior a los niveles de 2019 y un 32% inferior a la previsión que IATA realizó en octubre de 2019 para 2021. Los niveles de 2019 no se superarán hasta 2023.


La apertura de los mercados internacionales y la recuperación de las economías impulsará los viajes aéreos desde el mínimo de 2020, aunque no se alcanzarán los niveles del pronóstico anterior; incluso en 2025 los RPK serán un 10% más bajo respecto a la última previsión.


El segundo escenario (pesimista), contempla una apertura más lenta de las economías y las restricciones de viaje —que se extienden hasta el tercer trimestre debido, posiblemente, a un repunte del virus—, lo que retrasaría la recuperación. En 2021 los RPK globales podrían ser un 34% más bajo respecto a niveles de 2019 y un 41% por debajo de nuestro pronóstico anterior para 2021.


Recuperación lenta de los viajes largos

Con base en el análisis presentado, se espera que el rescate lo lideren los viajes domésticos. Una encuesta de IATA a los viajeros más recientes, realizada en abril 2020, pone de relieve que el 58% restringirá probable o muy probablemente los primeros viajes a destinos nacionales.


Los RPK domésticos recuperarán los niveles de 2019 en 2022, mientras que los internacionales lo harán hasta 2024.


“El impacto de la crisis en los viajes de larga distancia será mucho más severo y de mayor duración respecto a los mercados domésticos. Esto endurece los estándares de bioseguridad acordados e implementados a nivel global. Apenas tenemos un pequeño margen para evitar las consecuencias de medidas unilaterales no coordinadas, como las que se establecieron tras el 11-S. Debemos actuar con rapidez”, dijo De Juniac.


IATA insta a los gobiernos a que encuentren soluciones alternativas frente a las medidas de cuarentena actuales o previstas una vez se levanten las restricciones de viaje. Según la encuesta realizada por IATA en abril a los pasajeros más recientes:


El 86% de los viajeros estaba preocupado o muy preocupado por las medidas de cuarentena en sus viajes, mientras que 69% no considera viajar si tiene que cumplir un período de cuarentena de 14 días.


“Incluso en las mejores circunstancias, esta crisis se llevará muchos empleos por delante y privará a la economía de años de crecimiento impulsado por la aviación. Para proteger nuestra capacidad como catalizador de la recuperación económica, necesitamos una solución para que los viajes sean seguros frente a dos desafíos: por un lado, los pasajeros deben sentirse seguros y sin molestias innecesarias; por otro lado, los gobiernos deben tener la certeza de que el virus no entrará en su territorio. Nuestra propuesta es una combinación de medidas no cuarentenarias temporales hasta que tengamos una vacuna, pasaportes de inmunidad o pruebas de diagnóstico del COVID-19 casi instantáneas y disponibles a escala”, resaltó De Juniac.


La propuesta de soluciones basadas en un enfoque múltiple del riesgo, que proporcione a los gobiernos la confianza necesaria para abrir sus fronteras sin medidas de cuarentena en destinos contempla:


•La detección de pasajeros sintomáticos mediante el control de temperatura u otras pruebas que se establezcan.


•Controlar el riesgo de los viajeros asintomáticos mediante un sistema riguroso de declaraciones de salud y seguimiento de contactos, por parte de los gobiernos.


El reconocimiento mutuo de las medidas acordadas es fundamental para la reactivación de los viajes internacionales y es un objetivo clave del grupo de trabajo para la recuperación de la aviación tras el COVID-19 (CART, por sus siglas en inglés) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).


Con base en ello, De Juaniac señaló que “CART tiene una gran tarea por delante que necesita abordar rápidamente. Debe encontrar un acuerdo entre los estados sobre las medidas necesarias para controlar la pandemia por el COVID-19 de cara a la reanudación de la industria de la aviación. Y debe generar confianza entre los gobiernos para que abran sus fronteras a los viajeros con la implantación de un sistema de medidas preventivas a nivel mundial basado en un enfoque múltiple”.