Catarata
Pareciera que toda la naturaleza está en Costa Rica. Para cualquier lugar que uno mire observa alguna expresión natural que, por su belleza, genera una sensación de placer y bienestar, como sucede en La Paz Waterfall Gardens, el parque ecológico más visitado del país por sus famosas cascadas.
Luego de la experiencia cafetalera, partimos hacia este complejo turístico; un verdadero santuario de animales con, por lo menos, 100 especies y 3.5 kilómetros de senderos para caminatas por la selva tropical, a 45 minutos del Aeropuerto de San José y a 20 minutos del Parque Nacional Volcán Poás. Podría decirse que el parque es un resumen de todo lo que tiene Costa Rica.
Aquí se puede de observar además de las cascadas, jaguares, pumas, perezosos, monos, colibríes, serpientes, ranas y mucho más.
En el Waterfall Gardens, sus cinco cascadas se pueden observar caminando por sus senderos, caminos perfectamente diseñados con pasamanos y escalones para comodidad del visitante. Así podemos observar la cascada Templo, con 26 metros de altura; la Encantada, con 20 metros; Magia Blanca, con 37 metros; la Escondida con 5 metros de altura; y La Paz, con 34 metros de altura. Todas de gran belleza, por la potencia con la que llevan el agua del Río La Paz.
También ofrece el parque un observatorio de mariposas. Se dice que es la estructura cerrada más grande de su tipo en Centroamérica y es un hábitat espacioso y perfecto para 25 especies de mariposas; hay un laboratorio de reproducción y mientras uno camina, un gran número de estos insectos de diversos tamaños, formas y colores revolotean en este espacio, mientras se alimentan en las estaciones de flores y frutas.
En este jardín se muestra la información sobre las mariposas y videos explican el ciclo de vida y la metamorfosis en términos simples y permiten a los visitantes ver de primera mano las diversas etapas del ciclo de vida.
Más adelante hay un espacio para los amantes de las aves. Aquí se puede observar algunas de las aves más exóticas y coloridas de Costa Rica. El aviario es un refugio para especies silvestres que han sido capturadas ilegalmente por cazadores y confiscadas por el gobierno o donadas por sus dueños. Muchas de estas aves carecen de las habilidades básicas para sobrevivir en la naturaleza por sí mismas.
También hay monos araña y monos cara blanca en el llamado Monkey Pass. Y para los quienes gustan de los observar reptiles, está el serpentario donde se exhibe 30 de las serpientes más hermosas y mortales de Costa Rica. De igual forma, existe un Ranarium de corral o exhibición de ranas donde las ranas deambulan libremente.
Esta parte de nuestro recorrido concluyó en el Hotel Arenal Manoa, en las tierras bajas del norte de Costa Rica, cerca de la base del Volcán Arenal. Donde los viajeros pueden realizar una gran cantidad de actividades, que incluyen caminatas y rafting, tratamientos de spa y aguas termales.
Esta es una propiedad para relajarse y disfrutar de la maravillosa vista del Volcán Arenal y sus aguas termales. Rodeado de jardines, pastos y animales, las habitaciones fueron diseñadas para que cada una permita una vista panorámica del volcán o las bellezas del bosque lluvioso.
Aquí nuestros anfitriones aseguran que los huéspedes de Arenal Manoa se deleitan de una tranquilidad silenciosa, ya que está rodeado de jardines, árboles centenarios y un pequeño arroyo.
Todas las habitaciones son amplias suites individuales que tienen vista al volcán y área de descanso privada. Están equipadas con dos camas Queen size, aire acondicionado, TV vía satélite, secadora de cabello, cafetera, teléfono y refrigerador.
Luego partimos a Sky Tram, pero esa, esa es otra historia.