El invierno más cálido se vive en Marbella

Fotos: cortesía Ministerio de Turismo Marbella

Mientras gran parte de Europa se cubre de abrigos y bufandas, Marbella conserva su luz dorada y su ritmo pausado frente al Mediterráneo. Con temperaturas suaves que rondan los 18 °C incluso en los meses más fríos, este rincón andaluz se ha convertido en el destino perfecto para quienes buscan escapar del invierno.

Durante esta temporada, la ciudad revela una versión más tranquila y auténtica de sí misma. El casco antiguo invita a perderse entre calles empedradas, casas blancas con macetas de colores y balcones llenos de vida. Esta es una de las zonas más encantadoras de la ciudad, con pequeñas plazas, tiendas de artesanía local, boutiques independientes y galerías escondidas tras portones antiguos.

En sus calles, aún se respira la historia árabe y andaluza que dio origen a Marbella. La Plaza de los Naranjos, con sus terrazas soleadas, es ideal para disfrutar de un café o una copa de vino. Rodeada de naranjos centenarios, edificios históricos como la Casa Consistorial y la Ermita de Santiago, y restaurantes emblemáticos como The Orange Tree o Casa Eladio, esta plaza es el corazón del casco antiguo y un punto de encuentro para locales y visitantes.

El paseo marítimo, por su parte, se convierte en el lugar favorito de locales y visitantes para caminar junto al mar o ver caer el sol sobre la costa. A lo largo de su recorrido, conecta algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad, desde Puerto Banús hasta la zona del Casablanca, pasando frente a hoteles icónicos como Marbella Club. Aquí, el sonido de las olas se mezcla con el ambiente relajado de cafés y beach clubs abiertos todo el año, donde se puede disfrutar de una copa frente al mar o de un almuerzo con vistas al Mediterráneo.

A solo unos minutos del centro, la Sierra Blanca propone otra cara del invierno: senderos rodeados de naturaleza y vistas panorámicas que mezclan montaña y mar. Un contraste que resume la esencia de Marbella, la belleza natural.

Y para quienes buscan disfrutar de esa calma con un toque de sofisticación, Marbella Club refleja la versión más luminosa del invierno. Sus jardines se mantienen verdes todo el año y el aire marino se mezcla con el aroma de los pinos, creando una atmósfera donde el frío parece no existir.

Las mañanas pueden comenzar con un baño en su alberca exterior climatizada o con un tratamiento en su spa de talasoterapia, que utiliza agua del Mediterráneo para reconectar cuerpo y mente. Más que escapar del invierno, aquí se aprende a disfrutarlo desde otra perspectiva: al sol, frente al mar y con una sensación de serenidad que solo Marbella puede ofrecer.

Fuera del hotel, la ciudad mantiene una vibrante oferta cultural y gastronómica. Entre las galerías más destacadas se encuentran Yusto/Giner, Es.Arte Gallery y Reiners Contemporary Art, todas con propuestas de arte contemporáneo internacional. En el plano gastronómico, Marbella presume de varios restaurantes con estrella Michelin como El Patio o The Grill en Marbella Club.

Y para quienes prefieren un ambiente más casual, bares como La Polaca, The Farm o Arenal Beach ofrecen cócteles, tapas y buena música frente al mar. Desde galerías de arte contemporáneo hasta restaurantes con estrella Michelin y bares frente al mar, este destino conserva su aire cosmopolita incluso cuando baja la temperatura.

Marbella demuestra que el invierno también puede vivirse bajo el sol. Con días luminosos, naturaleza cercana y el encanto del Mediterráneo, es el destino ideal para quienes buscan desconectarse.