San Miguel de Allende, entre la tradición, el lujo y la sofisticación

22 de Febrero de 2021 en | Destinos


Fotos: cortesía Rosewood y Turismo San Miguel de Allende


Estamos acostumbrados a percibir a San Miguel de Allende (Guanajuato) con esa imagen de localidad pintoresca y de pequeño pueblo; una suerte de materialización de la pequeña localidad rural mexicana en la que el tiempo parece haberse detenido y donde el estilo de vida y las tradiciones siguen presentes de la misma forma que lo hacían hace décadas.


Y si bien eso es verdad, lo cierto es también que, con el paso de los años, este famoso destino ha experimentado una profunda transformación que lo han convertido en una ciudad cada vez más atractiva, no solo para aquellos viajeros que buscan ese aire tradicional y auténtico, sino también para aquellos que gustan de la sofisticación, el lujo, el arte y la buena gastronomía.


Con la llegada de una ola migratoria principalmente proveniente de los Estado Unidos y de un nuevo tipo de turista de alto perfil, San Miguel se ha convertido en un “hibrido” en donde las tradiciones mexicanas transcurren en paralelo con un nuevo estilo de vida capaz de satisfacer las expectativas de cualquier visitante.

En estricto sentido, ésta ya muy famosa ciudad sigue siendo el sueño de muchos, con sus estrechas y coloridas calles plagadas de fachadas pintorescas, con sus tiendas de dulces típicos, sus cafés y restaurantes en el corazón del centro histórico y la parroquia de San Miguel Arcangel como epicentro de la vida que ahí transcurre.


Lo que ha cambiado son algunos pequeños lugares, rincones aquí y allá, algunos en pleno centro, otros a las afueras de la ciudad, pero todos con una característica y una misión en común, traer experiencias nuevas a los visitantes.


Así nos encontramos con locaciones como: Valle de los Senderos, Selina Rooftop, Casa Proserpina, Vinícola San Miguel, Hotel la Morada o NAMUM, nuevas alternativas que han venido a enriquecer la ya de por si rica oferta cultural, gastronómica y de alojamiento con la que contaba San Miguel, pero sobre todo, propuestas que han traído consigo un elemento de sofisticación que pocos pensarían encontrar.


Un oasis urbano para disfrutar con la familia

Comencemos por Valle de los Senderos, un desarrollo campestre de usos mixtos (como ellos mismos se definen) ubicado a tan solo tres kilómetros de la ciudad. Aquí es posible llevar a cabo las más variadas actividades, desde catas de vinos, picnics, paseos en carruaje, actividades familiares, eventos gastronómicos, festivales culturales e incluso reuniones corporativas, en el que su entorno natural resulta perfecto para la integración y el trabajo de grupos pequeños.


Valle de los Senderos es una comunidad comprometida y preocupada con la sustentabilidad, que en los últimos años se ha convertido en un verdadero oasis urbano, cobrado mucha popularidad entre los sanmiguelenses y visitantes. Mención aparte merece su “Playa” que si bien es artificial, resulta el escenario perfecto para pasar una gran tarde relajación en compañía de familia o amigos disfrutando de su laguna de aguas termales. Y para aquellos que solo tengan en mente una muy buena comida, existe la opción de pasar la tarde en el restaurante Manaia, un lugar que sin duda cautiva no solo por su gastronomía, sino por las espectaculares vistas de los atardeceres que regala cuando te hayas en su terraza.


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La Santísima Trinidad

Elegir que lugar de San Miguel es el más espectacular resulta una tarea difícil pues la lista es prácticamente interminable, lo que sabemos a ciencia cierta, es que uno de los imprescindibles en dicha lista es La Santísima Trinidad; un proyecto inmobiliario que cuenta con área agrícola (viñedos, olivos y lavanda) hoteles boutique, restaurantes y vinícolas que, quizá sin proponérselo, se ha convertido en uno de los más importantes atractivos turísticos de la región.


Es aquí donde encontramos a San Miguel, la bodega más grande del estado de Guanajuato, con una superficie de 10 mil metros cuadrados y una de las más visitadas por su historia y tradición. Con 13 diferentes variedades de uvas que se cosechan en sus tierras, no es de extrañar que de apoco sus vinos se hayan hecho acreedores a diferentes reconocimientos nacionales e internacionales, transformando a esta casa en uno de los grandes representantes del movimiento del vino guanajuatense.


Paralelamente a este éxito, la vinícola ubicada a tan solo 15 minutos del centro de la ciudad ha tenido el acierto de abrirse a los visitantes, ofreciendo maravillosas experiencias gastronómicas y enoturísticas que van desde catas hasta festivales de vino, los cuales comienzan a tomar relevancia en el escenario enológico nacional.


Una de esas experiencias que sin duda no te puedes perderte si eres amante del vino, es la visita guiada por la bodega, la cual incluye un paseo por los viñedos y una cata de sus mejores etiquetas. Durante este recorrido no solo podrás aprender sobre la historia de esta casa vinícola, sino también algunos de los detalles más importantes sobre el complejo e interesante proceso de elaboración del vino. No está de más mencionar que en estos tiempos de pandemia, las distintas bodegas han adoptado protocolos estandarizados de bioseguridad con el objetivo de gran experiencia para dar al visitante el mayor grado de confianza posible.


Una experiencia gastronómica perfecta, en Selina Rooftop

Continuando con este listado de experiencias, no podemos dejar de lado uno de esos pequeños espacios que ya antes habíamos mencionado y que han venido a cambiar el rostro de San Miguel; en este caso nos referimos a Selina Rooftop, la nueva propuesta de chef Abel Hernández que se localiza en lo que era el antiguo hotel Vista Hermosa, en pleno centro de San Miguel a solo unos pasos de la parroquia.


Si bien Selina Rooftop es un proyecto que va mucho más allá de lo meramente gastronómico, pues se trata de un proyecto de “Co-live”, en esta ocasión nos centraremos exclusivamente en su propuesta culinaria, calificada por muchos como innovadora pero sin pretensiones.


En nuestra opinión, Selina es el perfecto compendio entre placeres sensoriales, por un lado, su cocina, una fusión gastronómica con marcados acentos locales y regionales en donde podemos encontrar delicias como: los sopes de res con frijol negro o tacos de pulpo con chicharrón. Aquí lo mismo puedes encontrar delicias en el desayuno que para a comida, ambas acompañadas de las más espectaculares vistas de San Miguel, creando así la atmósfera perfecta para cualquier ocasión. De sobra está decir que es difícil encontrar un platillo que no encante y que lo mismo vale la pena ir a comer, que simplemente a disfrutar una copa en su espectacular terraza.


NAMUH Studio

Ya antes hemos dicho que en San Miguel es posible encontrar rincones increíbles y NAMUH Studio es uno de ellos, un espacio dedicado al diseño de interiores y mobiliario cuyo encanto es tal, que aún los menos interesados en esta actividad terminan inevitablemente atraídos por el estilo y calidad de las piezas que ahí se exhiben.


NAMUH es sin duda una “referencia de vanguardia para decoradores e interioristas que están en busca de mobiliario original” pero también para aquellos que sin ser profesionales de esta actividad se encuentran en busca de piezas únicas colmadas de personalidad y estilo. Sin embargo, un punto interesante sobre este estudio, y la razón por la cual lo mencionamos en este espacio, es porque al igual que la vinicola, NAHUM se ha constituido en un atractivo del destino y en un polo de atracción para un buen número de visitantes de alto perfil, interesados en el arte y el diseño. Un fenómeno que sin duda se da no en todos los destinos.


Y aunque esta es la descripción muy a vuelo de pájaro de todo lo que puedes encontrar en San Miguel, lo mejor que puedes hacer es darte la oportunidad de explorar y encontrar por ti mismo muchas de las sorpresas que aún te tiene reservadas.

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