Fotos: cortesía Rosewood y Turismo San Miguel de Allende
Estamos acostumbrados a percibir a San Miguel de Allende (Guanajuato) con esa imagen de localidad pintoresca y de pequeño pueblo; una suerte de materialización de la pequeña localidad rural mexicana en la que el tiempo parece haberse detenido y donde el estilo de vida y las tradiciones siguen presentes de la misma forma que lo hacían hace décadas.
Y si bien eso es verdad, lo cierto es también que, con el paso de los años, este famoso destino ha experimentado una profunda transformación que lo han convertido en una ciudad cada vez más atractiva, no solo para aquellos viajeros que buscan ese aire tradicional y auténtico, sino también para aquellos que gustan de la sofisticación, el lujo, el arte y la buena gastronomía.
Con la llegada de una ola migratoria principalmente proveniente de los Estado Unidos y de un nuevo tipo de turista de alto perfil, San Miguel se ha convertido en un “hibrido” en donde las tradiciones mexicanas transcurren en paralelo con un nuevo estilo de vida capaz de satisfacer las expectativas de cualquier visitante.