Estos son los encantadores pueblos artesanos de Jalisco

07 de Julio de 2023 |Noticias


Fotos: cortesía Secretaría de Turismo Jalisco


Hablar de Jalisco en las primeras décadas del siglo XXI, es hablar de un estado dinámico, pujante y en pleno desarrollo, que como es de esperarse en estos contextos, se ha transformado en una región cada vez más modera y tecnificada, con una capital como Guadalajara que sigue siendo una de las tres ciudades más importante de todo el país.


Sin embargo, pese a todo este desarrollo, como sucede en todo México, Jalisco es uno de esos lugares que continúa manteniendo vivas sus tradiciones, su encanto, su cultura y todas aquellas actividades y oficios que durante siglos le han dado identidad, es por ello que no resulta extraño que hoy en día, uno de los rasgos distintivos de este estado siga siendo su rica tradición artística, y más particularmente, aquella que se expresa en sus artesanías.


Estos artículos que reflejan a cabalidad la herencia e ingenio de sus habitantes, se mantienen a pesar del paso del tiempo en el gusto de los visitantes y locales gracias a su calidad, colorido y vistosidad, ya sea que se trate de la cerámica o el vidrio, todos estos artículos siguen fascinando a los visitantes y se han convertido en el principal sustento de miles de familias que con su creatividad, siguen dando vida a estas magníficas creaciones.


De ahí que, nombres como Tlaquepaque, Tonalá y Zacoalco, continúen siendo un referente de artesanía de extraordinaria calidad.


Tlaquepaque: forjadores de tradición

Ubicado a tan solo unos kilómetros de Guadalajara, el pintoresco Pueblo Mágico de San Pedro Tlaquepaque no solo es sinónimo de artesanías, sino que con el paso del tiempo se ha convertido en un auténtico destino turístico, que fascina por su atmósfera relajada, sus calles adoquinadas, sus pequeños cafés y sus interminables tiendas de arte popular.


Entre sus antiguas casas coloniales se esconden cientos de talleres y galerías de artesanos dedicados a diversas disciplinas como la cerámica tradicional y la vidriada. Artesanos que con el paso de las décadas han ido perfeccionando la técnica de la cerámica vidriada, para dar como resultado piezas de una calidad extraordinaria y creando bellas piezas utilitarias y decorativas que van desde jarros, platos, tazones y esculturas, cada una de estas, adornada con coloridos diseños tradicionales que capturan la esencia de la cultura mexicana.


Otro digno representante de sus creaciones es el vidrio soplado, con el que es posible hacer espectaculares vasijas, lámparas y joyas; y también el hierro forjado con el que dan vida a puertas, balcones y faroles exclusivos de la zona, inclusive es posible ver este trabajo en la mayoría de las puertas del pueblo.


Tonalá: cuna de la alfarería mexicana

A pocos kilómetros al sureste de Guadalajara se encuentra Tonalá, un lugar que atrae a cientos de visitantes de todo el mundo por sus vibrantes mercados de artesanías. Se trata de una ciudad que ha ganado renombre como la cuna de la alfarería mexicana debido a que alberga a más de cuatro mil artesanos que han heredado sus conocimientos desde la época prehispánica.


Es tanta la importancia de esta actividad que se ha convertido en el corazón de su identidad, donde los artistas locales moldean el barro para hacer algunas macetas, jarrones y cántaros con un toque auténtico. Cada pieza es una obra de arte singular, con diseños inspirados en la naturaleza, el folclor y las tradiciones locales.


También la región es conocida por su vidrio soplado trabajado en deslumbrantes lámparas de colores y vasos decorativos; además de la madera tallada en esculturas y muebles de gran belleza.


Zacoalco de Torres: tierra de los más increibles bordados y muebles de equipal

Zacoalco de Torres es un rincón encantador en el que se fabrica artesanalmente uno de los símbolos más bellos del estado de Jalisco: “El equipal”, un famoso mueble elaborado con palo de rosa, palo dulce, carrizo, palma tasiste, fibra de maguey y forro de piel de cerdo. Esta pieza cuenta con un origen prehispánico, que debe su nombre al término náhuatl “icpalli”, que significa asiento para dioses.


Esto es parte de toda una tradición histórica que hasta nuestros días ha innovado en diseños, colores, y materiales, que le han otorgado el reconocimiento nacional como “tierra del equipal” o “cuna del equipal”, por ser el principal productor de estas piezas que decoran casas, museos, galerías, oficinas y restaurantes.


Otra fuerte tradición es la textil, donde habilidosas manos de los artesanos tejedores y autores de finos bordados, cuentan historias de sus raíces a través de sus obras. Las técnicas de tejido tradicionales de la entidad incluyen el telar de cintura, en el que las mujeres artesanas crean telas y prendas de vestir con hilos de algodón y lana, teñidos con tintes naturales de origen antiguo. Como producto final ofrecen hermosos rebozos, sarapes, bolsas, cintas, vestidos y faldas, impregnadas de figuras llenas de simbolismo y de identidad de la comunidad.


Los artesanos de Zacoalco también son maestros del bordado con aguja e hilo, que embellece diversos textiles de manta y otras telas con hermosos diseños florales y patrones geométricos que realzan aún más la belleza de sus creaciones.


Ya sea que los visitantes busquen adquirir una pieza de cerámica única, un tejido excepcional o un objeto de vidrio impresionante, estos encantadores pueblos ofrecen una experiencia inolvidable para conocer las vivas tradiciones de Jalisco.


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