Redes sociales y cuarentena ¿cómo afectan tu salud?

Fotos: cortesía: Archivo Confines

¿Son buenas? ¿Son malas? ¿me provocan adicción?. Estas son algunas preguntas que se repiten dentro de las sesiones terapéuticas en estas últimas semanas con mis pacientes. Lo que les respondo es: depende mucho del uso que tú les des.

Y es que, si antes usábamos Facebook, Instagram, Twitter, etc para despejarnos, ahora se utiliza como el principal centro informativo para millones de personas acerca del coronavirus. No por nada la OMS en el pasado mes de febrero introdujo el término de “infodemia” debido al gran número de noticias falsas (fake news) circulando en distintas redes sociales y de comunicación provocando pánico y brindando incursión de conductas incorrectas sobre la enfermedad.

Toda esta sobrecarga de información contribuye a que los casos de ansiedad, discriminación, depresión, paranoia, adicción, aislamiento y otras conductas no adaptativas para nuestro desarrollo emocional aumenten exponencialmente.

Ahora bien, no todo es negro en este mundo virtual. Las redes sociales también nos sirven para comunicarnos a distancia con nuestros familiares o amigos, ya sea por video llamada, chat, compartiendo o etiquetando videos divertidos, memes, etc. ¿O por qué no? hasta conocer aleatoriamente a personas de otras partes del mundo y compartir sus experiencias en cuarentena, como la plataforma gratuita QuarantineChat que fue creada justo con el fin de animarnos unos a otros en estos tiempos difíciles de quedarse en casa.

¿Qué sí hacer y qué evitar hacer?

Si has detectado síntomas de preocupación excesiva por el tema del coronavirus, del contagio, de la higiene, ansiedad o tristeza de estar en casa, pensamientos racistas hacia la población con rasgos orientales, has bebido alcohol o consumido drogas en mayor cantidad o sientes que algo falla. ¡Quiero decirte que no estás solo y no eres el único pasando por esta situación, tranquilo! Primero tenemos que ser conscientes de que todo esto es temporal y pasará, como todo en la vida.

Identifica qué situaciones comprometen tu estabilidad y evítalas. Ejemplo: no hagas caso ni difundas información falsa. Si la información no está avalada por la OMS, OPS, o las diferentes organizaciones de salud gubernamentales de tu ciudad POR FAVOR NO DIFUNDAS NI LAS CREEAS. Evita de igual manera en darle vueltas al asunto, aún cuando la fuente sea un conocido; conceder mayor veracidad a este tipo de noticias cuando han llegado de miembros de la familia es hasta cierto punto normal, sin embargo, si no está avalada por un organismo como los antes mencionados, no funciona. Punto.

Está bien querer estar informados, pero te recomiendo consultar información del coronavirus a lo mucho dos veces al día, no más. Ahora bien, no solamente recurramos al uso de redes sociales para informarnos, tenemos también la radio, periódicos digitales o mejor aún, las páginas oficiales de las instituciones de salud.

Los pensamientos y conductas xenófobas hacia las personas con rasgos orientales y/o con la enfermedad han crecido de manera alarmante. ¡que tristeza! Pero déjame decirte que no, ¡ni ellos ni nadie tienen la culpa! detén esa creencia si es que la has tenido. Dejemos de buscar culpables, asumamos nuestro papel de acción y responsabilidad individual y colectiva para que todos recibamos el beneficio de tener salud.

Si el consumo de alcohol o drogas ha ido en aumento en ti, en algún familiar o amigo, soliciten ayuda. No están solos ni lo estarán. Los profesionales de la salud están dispuestos y comprometidos a ayudar siempre que sean requeridos.

Para concluir, si te es posible quédate en casa solo recuerda que no estamos de vacaciones, estamos cuidándonos. No obstante, eso no quiere decir que caigamos en actitudes poco recomendables.

Sigue trabajando, cuida tus rutinas, tu sueño, tus horarios, aséate, cambia la piyama por ropa aunque estés en casa, cuida tu alimentación, despéjate con juegos de mesa, técnicas de respiración y relajación, no compres si no es muy necesario y elemental, ríe, los chistes del tema también son sanos, pinta, dibuja, acompaña a tus hijos en sus tareas, aprende algo nuevo, cuida tu hogar, a tus ancianos, a tus jóvenes a tus pequeños y sobre todo agradece por lo que tienes siempre.