La industria de reuniones frente a su mayor reto

30 de Agosto de 2020 en |Reuniones


El diagnóstico emitido por Jaime Salazar Figueroa, Presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones (COMIR), no podía ser más contundente, el impacto a este sector, a consecuencia de la pandemia de la COVID-19, ha sido devastador, no solo en términos económicos, sino también por el número de empleos perdidos y las empresas que han tenido que cerrar sus puertas de manera definitiva..


Fotos: Cortesía IBTM, Am Resorts, OCV Monterrey y Archivo


Durante una conferencia virtual llevada a cabo para presentar el más reciente informe realizado por el COMIR sobre el estado de la industria de reuniones, Salazar subrayó que el impacto ha sido de tal magnitud, que solo hasta 2024 podremos regresar a los niveles de crecimiento que se tuvieron en el 2019, por lo que el proceso de recuperación será lento y tomará tiempo.


En este contexto, el presidente de este organismo apunto que el interés que existe por regresar se basa en los datos que se tienen hasta el momento sobre las afectaciones al sector, pues entre más tiempo tome la reactivación, más negativos serán los efectos. Tan solo, si se toma en cuenta el número de eventos que (se estima) se han perdido en este 2020, con respecto al año anterior, la cifra alcanza los 109 mil.


“En 2019 se realizaron 319 mil eventos, y teníamos proyectado que para este 2020, aún con un entorno poco favorable, esa cifra se incrementaría a 332 mil, sin embargo, la pandemia ha desdibujado todos los cálculos y hasta el día de hoy, se han cancelado 109 mil eventos, es decir, un tercio de todo lo que se tenía programado”, dijo el presidente de COMIR.


Delinear nuevas estrategias

Debemos comenzar a reconstruirnos de cara a una nueva realidad, tomado en cuenta que muchas de las circunstancias externas juegan en nuestra contra; comenzando por el hecho que desde el gobierno federal no existe una política estructurada de apoyo al turismo y las iniciativas tendientes a reactivar la industria deberán provenir de la iniciativa privada. Dijo.


“A lo anterior hay que sumar el hecho de que, mientras no se cuente con una vacunación masiva, todos tendremos que seguir implementando las medidas de distanciamiento social y restricciones de viaje, por lo que creemos que la estrategia que puede seguir la industria de reuniones, es buscar las congregaciones de carácter local, es decir, que los organizadores de eventos busquen a sus clientes en su propia ciudad para llevar a cabo reuniones corporativas y de asociaciones localmente, con la ventaja de que en este caso se elimina el problema de los traslados.”


En una segunda etapa, añadió, se puede buscar el desarrollo regional y las zonas de influencia dando como ejemplo a la ciudad de Guadalajara, cuya zona de influencia natural son los estados de Guanajuato, Zacatecas y Colima, con el objetivo de que los traslados puedan ser por tierra y en un tiempo relativamente corto.


Diagnóstico poco alentador

A los ya mencionados 109 mil eventos perdidos, se debe añadir otras cifras que dan cuenta más detallada de la magnitud de las pérdidas que ha traído consigo este 2020. En el 2019, 35 millones de personas acudieron a algún tipo de reunión, mientras que para 2020 esa cifra se ha reducido en 12 millones de acuerdo a los cálculos del Consejo, (dejando atrás la pequeña expectativa de crecimiento con la que se contaba), nuevamente una pérdida de un tercio de los asistentes, una cifra irrecuperable a estas alturas del año en las condiciones actuales.


En lo que se refiere al sector hotelero, Salazar subrayó que éste es sin duda uno de los sectores más afectados por el parón en la industria de reuniones, con una pérdida de 10 millones de cuartos noche y recordó que solo el año pasado los eventos generaron 29 millones de estadías. Lo mismo ocurre con los ingresos, que en promedio, en 2019 alanzaron los 30 mil millones de dólares equivalente el 1.6% del PIB nacional, mientras que este año solo será posible recaudar una cifra cercana a los 20 mil millones de dólares.


Si los déficits se traducen en puestos de trabajo, las proyecciones no son alentadoras, pues el impacto ha provocado la pérdida de 408 mil empleos de los cerca de un millón registrados en 2019. Si las cifras se analizan por segmentos, el más afectado es si duda el de las reuniones corporativas, que a decir de Salazar Figueroa, perderán 80 mil de los 109 mil eventos proyectados, seguidos de las ferias y exposiciones comerciales con 2,647 en toda la República Mexicana.


Básico el apoyo estatal

No obstante, dentro de este panorama tan complicado, el dirigente expresó que existen razones para creer que se puede salir adelante, gracias al apoyo de autoridades estatales de turismo como es el caso de Baja California, Yucatán, Jalisco, la Ciudad de México y Nuevo León, se han logrado avances que permitirán una reactivación paulatina de la industria.


“En un principio fue muy difícil lograr esta apertura pues muchas autoridades nos tenían catalogados como eventos masivos, una etiqueta que iba a complicar el regreso de nuestra industria, sin embargo, con base en argumentos, datos duros y protocolos diseñados por nosotros mismos, hemos logrado los avales de las autoridades para comenzar un regreso paulatino y controlado”.


Uno de los retos más grandes, platica Salazar, fue convencer a las autoridades de que esta es una industria prioritaria y segura, en donde, contrario a lo que muchos piensan, se tiene un alto nivel de control y registro de las personas que asisten a cada evento. Todos los participantes cuentan con invitaciones previas, se tienen sus datos, sabemos de dónde vienen, cuánto tiempo están y a dónde van, lo que da una alta seguridad sobre los orígenes de las personas.

Turismo-de-Reuniones-Frente-Mayor-Reto

“El anterior es solo uno de los argumentos aportados frente a las autoridades, pero existen varios más, entre los que destaca el económico; como ya se ha dicho, el impacto económico de las ferias, exposiciones, congresos y convenciones, llegó a ser el equivalente del 1.6% del PIB en 2019, mientras que la derrama económica de cada participante en cada uno de estos eventos, es del doble del promedio de un turista normal”, argumentó.


Salazar aprovechó la oportunidad para mencionar que se ha creado un manual especial para la industria de reuniones, que permitirá a todos los organizadores de eventos, tener más claridad sobre qué hacer en materia sanitaria. Dicho manual es el compendio de más de 31 documentos nacionales e internacionales que han permitido crear lineamientos propios.


“Pero además estamos buscando extender estas buenas practicas a todo lo largo de la cadena de suministro de la Industria transporte terrestre, aéreo, tour operadores, proveedores de alimentos y bebidas, diseñadores y constructores de stands.”


Por último, Jaime Salazar confirmó que el Congreso Nacional de la Industria de Reuniones (CNIR) se llevara a cabo del 18 al 20 de noviembre en Mundo Imperial, en Acapulco Diamante, al cual se unirá el Congreso de la Asociación Mexicana de Profesionales en Ferias, Exposiciones, Congresos y Convenciones (AMPROFEC) y la celebración de la entrega de los Premios Hell que otorga la Meeting Professional International, mejor conocida como MPI, lo que a decir de Salazar, es la muestra clara de que la industria de reuniones en México, se encuentra más unida que nunca.


Recalcó que para esta edición se prepara un evento híbrido al cual asistirán únicamente 400 personas de manera presencial, es decir, solo la mitad de la cifra que es esperaba convocar antes de la pandemia.


Sin embargo, no todo son malas noticias dijo, pues al llevar al llevar a cabo nuestro congreso en un formato de esta naturaleza, todos los que quieran conectarse desde su casa y participar del contenido de alto nivel y citas de negocios que estamos preparando, lo podrán hacer, de modo que soy optimista y calculamos llegar incluso a los 1000 participantes. Finalizó


Cifras de preocupación

Se estima que alrededor del 20% de las empresas registradas en las distintas asociaciones que Integran COMIR, han cerrado de manera definitiva en lo que va de la pandemia. “Tenemos registrados 850 negocios, de los cuales, alrededor de 160 han cerrado permanentemente ante la imposibilidad de hacerle frente a la situación, pues de ese total, como ocurre con el resto de las empresas del país, 95% son Pymes y solo 5% medianas y grandes, con la capacidad de aguantar una situación inédita como la que vivimos, señaló Salazar.